Sergio de Carabias

Sergio de Carabias

lunes, 30 de junio de 2014

Festín de buitres en el Muladar de Montejo de la Vega de la Serrezuela


     Tras mucho tiempo intentándolo, por fin el pasado sábado tuve ocasión de acudir a uno de los festines que cada pocos días tienen lugar en el comedero de buitres del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega.




     Tras recoger los dos difuntos cerdos y varios pollos que en aquella ocasión compondrían el menú, pusimos rumbo al comedero. Fue verdaderamente espectacular comprobar cómo, al rato de llevar el remolque enganchado al todoterreno, empezaron a seguirnos varios buitres a gran velocidad sobrevolándonos a unos pocos metros por encima. Los muy resabidos reconocen ya estupendamente "el carrito los helaos"...


      A cierto punto del camino, nos sorprendió una gran bandada de buitres posados en tierra. Al detenernos, distinguimos un perro, cruce de pastor alemán y mastín, defendiendo a ladridos un lechazo muerto del que empezó a dar buena cuenta para envidia de sus vecinos alados que no le quitaban ojo...



     Llegados al comedero, la tropa de leonados comenzó a acudir en masa. Por las autovías del cielo, venían directos y ansiosos, los más de ellos, sin haber tenido tiempo ni tan siquiera para peinarse las plumas de vuelo...



     Las nubes de algodón deshilachado componían el lienzo perfecto sobre el que recortar las siluetas de los buitres aquel día.




       Aunque, como siempre, en un principio se mostraron recelosos de acercarse a la comida, una vez que el valiente del grupo tuvo coraje de hacerlo, el resto de los compañeros se avalanzaron sin tiempo que perder y así comenzaron a surgir las primeras tensiones... Demasiado buitre para tan poco espacio en el que comer...




          De aquel momento recuerdo dos cosas con especial detalle: una, el sonido y otra, el olor, sobre todo, el olor. El sonido a coco y tambor que producían los mil cráneos huecos y varias pieles secas al ser pisados insistentemente por las garras de los buitres y el olor a vísceras y acidez que lo impregnó todo incluso antes de que los buitres empezaran a horadar con sus picos ganchudos el interior de las carroñas...




       Tras los primeros careos, no tardaron en aflorar los picotazos, golpes y arañazos...












         Menos mal que algunos se empeñan en poner paz y separar a los agitadores.



        A medida que los buches íbanse copando con restos de carroña, el comienzo de la digestión invitaba a los comensales al reposo y al sosiego; momento apropiado para gozar retratando a estos seres por parejas o en solitario, de perfil o de frente... buscando su encuadre más llamativo...

       Y es que uno no se da cuenta del atractivo de estas aves hasta que no les dedica una sesión fotográfica a corta distancia y las ve comer desplegando su amplia variedad de graznidos, gritos, ansias y malos modales en la mesa haciendo auténticos honores a la expresión de "ser un buitre".











        El pellejo seco de un equino puede convertirse en la atalaya perfecta sobre la que otear los alrededores.




     Mientras que algunos parecen posar, y hasta sonreír verdaderamente...



hay otros que parecen actores sacados de la más terrorífica de las películas... 



      Nada que, por otra parte, no pueda suavizarse imaginando que se trata de divertidos juerguistas recién salidos de la famosa Tomatina que se celebra en Buñol...



      Varios de los buitres observados portaban anillas de PVC amarillo. Las lecturas que se pudieron hacer ascienden a un total de 15 ejemplares a los que hay que añadir otro con marcas alares (H1U). El listado de los códigos es el siguiente:

H1U   FF3   240   75X   FA3   PC9    PAJ   34M   759   750   706   PCF   PAU   PCJ   PC2   PCH





       Al ir a marcharnos, habiendo dado por finalizado el banquete, nos percatamos de la presencia de un Alimoche, el que para mí es, sin duda alguna, el buitre más especial de todos. Sobre una alfombra de calaveras esperaba su oportunidad de acercarse a aprovechar algún resto que hubieran dejado sus primos mayores en tamaño, número y avaricia... Portaba la anilla 050.




Inanellando all´Isola dell´Asinara



     Hace dos semanas tuve la inolvidable oportunidad de pasar una semana en el Parque Natural de la  isla de la Asinara, al Norte de Cerdeña, gracias a la invitación por parte de Danilo Pisu y Jordi Rodríguez, dos ornitólogos del Mediterráneo y buenos amigos.

       Aunque en teoría, nuestra estancia en la pequeña isla estaba centrada en el anillamiento de aves, lo cierto es que las capturas fueron muy escasas y finalmente, nuestro interés se derivó a conocer y disfrutar del maravilloso entorno, su fauna y flora, además de practicar el italiano...



        "Asino", en la lengua hermana, quiere decir asno y, por tanto, el topónimo "Asinara" alude directamente a la población de simpáticos burritos que puebla la isla, los más de ellos, de un original pelaje blanco. Existen varias leyendas que cuentan cómo estos singulares animales fueron traídos desde Egipto o pudieron aparecer tras el naufragio de un mercante que tenía Francia por destino. Lo más seguro es que su origen se deba al abandono de los animales de carga utilizados en la construcción y mantenimiento de las prisiones y labores del campo, cuando estas actividades desaparecieron hace algunos años. Desde entonces, la continua consanguinidad entre los individuos ha provocado que algunos caracteres recesivos afloren, como lo es el albinismo y otras afecciones, especialmente, dermatológicas.

Burros albinos









      Tal es el número de burros que, en ocasiones, uno puede llegar a creer estar viendo doble...




       El tema de los burros no se saldría de la bella anécdota si no fuera porque no es la única especie herbívora introducida por el ser humano para perdición de la vegetación autóctona. Caballos, cabras, muflones y jabalíes componen una abundante lista de dientes y muelas adictas a la clorofila...


         Los caballos asilvestrados se agrupan en clanes familiares compuestos por un macho, varias hembras y sus potros.

Manadas de caballos asilvestrados con la isla de Cerdeña al fondo
y una antigua torre defensiva de origen aragonés en primera línea de playa.


       Las cabras suelen aparecer en pequeños grupos o separadas madre e hijo. Sin duda, de cuantas especies herbívoras habitan la Asinara resulta ser la más dañina y es por ello que cada pocos años se procede a sacar ejemplares de la isla que son regalados a pastores de Cerdeña.



      También resulta fácil observar muflones que han tenido como último reducto la vecina Cerdeña hasta que hace varios decenios fueran de nuevo reintroducidos en multitud de lugares por toda Europa debido a su interés cinegético. En el caso concreto de la Asinara, se sabe que fueron soltados un macho y tres hembras. Sin embargo, en el último censo del 2012 se contaron más de 500 ejemplares...




       Por último, destaca el jabalí, que pertenece a la subespecie "Sus scrofa meridionalis", de menor tamaño y pelaje oscuro. Se dice que ha llegado nadando desde la próxima Cerdeña. Lo cierto es que representa una seria amenaza a la biodiversidad de la isla, especialmente a sus poblaciones de reptiles y aves marinas nidificantes.



      En la isla también son frecuentes los ejemplares de "Sus scrofa" hibridados entre la variedad doméstica que es el cerdo y la salvaje que es el jabalí.




        Pese a la fuerte presión herbívora, todavía hay rincones que consiguen escaparse del diente para crecer en espesor y altura. Las euforbias lucen colores cálidos antes de perder la hoja dentro de unos días. De esta manera, hacen frente a la sofocante insolación que en el ambiente mediterráneo tiene lugar en los meses centrales del verano. Volverá a recuperarla hacia octubre, cuando el sol se encuentre más relajado y las lluvias aparezcan de nuevo. Destacan también algunos ejemplares de Sabina marítima "Juniperus phoenica" de muchos años de edad, quién sabe si anteriores, incluso, a la llegada de los mismos herbívoros que hoy impiden su expansión por la isla.




       Y finalmente, para que quede constancia de nuestra actividad anilladora, aquí dejo la prueba de un servidor con un Chotacabras gris "Caprimulgus europaeus", o succiacapre, entre manos.

















miércoles, 4 de junio de 2014

Salida entomológica por Valdemoro y el Puerto de Malagón


     El pasado miércoles, acompañé a dos pesos pesados de la entomología española y un colega checo de salida de campo por los entornos de Valdemoro y el Puerto de Malagón, próximo a El Escorial. El objetivo era recolectar varias especies concretas de Curculiónidos que, finalmente, no aparecieron y es que, como bien aseguraba Ignacio estos bichos resultan ser más bien unos "porculiónidos"...


      Los que sí se dejaron ver fueron multitud de otros interesantes artrópodos entre fasmópteros, mántidos y arácnidos.


Insecto palo "Pijnackeria hispanica"
pefectamente mimetizado entre las retamas.



Mantis religiosa "Ameles spallanziana" hembra.
Mantis religiosa "Ameles spallanziana" macho.


Comparativa de tamaños y colores entre macho y hembra de "Ameles spallanziana


     Descubrir a la mayoría de los insectos ocultos entre la vegetación suele ser harto difícil. Sin embargo, existen procedimientos empleados por los expertos para facilitar la labor y así poder dar con gran parte de estos miméticos artrópodos.

      La forma más habitual es sacudir la vegetación con ayuda de una vara sobre una tela de fondo blanco en la que poder luego observar con relativa facilidad los insectos.





     Este macho de tarántula nos mantuvo un buen rato entretenidos con sus galantarerías frente a la balconada hundida de su prometida.


Pareja de Tarántulas "Lycosa tarentula-fasciventris" en cortejo.

     


     El macho alternaba los movimientos del par de patas delantero y los quelíceros...

Plano frontal del macho de la tarántula "Lycosa tarentula-fasciventris"

... con rápidas incursiones al interior de la cámara en la que se encontraba la hembra pero siempre sin llegar a adentrarse por completo.




     Seguíamos atentos al baile del macho de la tarántula cuando saltó de la nada una pequeña arañita.

En primer plano, un Saltícido "Pellenes arcigerus"

     Los Saltícidos son una familia de pequeñas arañas que cazan al acecho saltando con increíble velocidad y agilidad sobre sus presas.

Saltícido "Pellenes arcigerus"



Plano frontal del Saltícido "Pellenes arcigerus"


      La mañana avanzaba por lo que algunos cerebros, más que otros, necesitaban reponerse de su incesante actividad...

Ignacio "investigando",
 como él mismo aseguraba estar haciendo.
      José Ignacio es un incansable estudioso de la entomología madrileña. A él debemos, entre otros muchos, el descubrimiento del Escarabajo Avispa Ibérico "Neoplagionotus marcae" (=Plagionotus marcorum), una vistosa y curiosa especie endémica de la Península. Además, es un defensor a ultranza del entorno natural y escribe un blog de visita más que recomendable:



     A las orillas del camino crecía en abundancia una humilde plantita de llamativo amarillo: la gualda que, como nos contó Miguel Ángel, da nombre a la segunda parte de "la Rojigualda", la bandera española, debido a que de ella se extraía el color exacto que tiñe la franja intermedia de la enseña.


Gualda "Reseda luteola"

     Otra particularidad de esta Resedácea es que las cápsulas de los frutos se encuentran abiertas incluso antes de la maduración de las semillas en su interior.

Frutos de la Gualda "Reseda luteola"
con las cápsulas abiertas todavía sin madurar.



     Pasado el mediodía llegaba el momento de cambiar de zona de muestreo para poner rumbo a las cumbres del Abantos.


Escarabajo pelotero "Copris lunaris"
   

     Levantando piedras, dimos dar con un sapo corredor a buen resguardo del calor y la sequedad, progresivamente en aumento estos días.

Sapo corredor "Bufo calamita" estivando bajo una piedra

Macho de Chicharra "Steropleurus perezi"




"Adscita jordani"


    Y para terminar con el catálogo de insectos, qué mínimo que dedicar al menos una imagen a quienes fueron la excusa para disfrutar de una provechosa jornada: los curculiónidos.

"Attactagenus dispar"



     Entre las herbáceas destacaba esta Compuesta que tapizaba gran parte de los prados sembrándolo de estrellas lilas.

Arzolla de roca "Jurinea humilis"



En el Puerto de San Juan de Malagón


Los expertos entomólogos M. Á. Alonso-Zarazaga y J. I. López-Colón
en plena búsqueda de especímenes.


Los dos buenos amigos entre bromas...

       Muy agradecido me encuentro con Miguel Ángel, quien me ha acogido de forma tan calurosa y abierta en el MNCN y tantos conocimientos trata de inculcarme en materia de gorgojos además de música, otras curiosidades y latinismos que tanto me gustan...

     Muchas gracias también quiero dedicarle a José Ignacio por su sincera simpatía y cálida sonrisa que consiguieron hacer que nuestra recién estrenada amistad pareciera, sin embargo, compartida de toda la vida. A él le debo también todas las correcciones y nombramientos apropiados de los insectos arriba expuestos.