Queridos amigos, hoy no traigo por aquí ningún paseo por el campo ni encuentro con animalillo alguno. Esta vez quiero compartir unas palabras que pronuncié, hace ahora un mes, en defensa de mi pueblo y su entorno natural.
El pasado jueves 29 de agosto, tuvo lugar el inicio de las fiestas de Carabias. Unos días antes, el Sr. Alcalde me oblig... pidió que diera el pregón. Aunque al principio no me sentó nada bien tal tarea, finalmente vi la gran oportunidad de poder expresar en público y a viva voz, ciertas ideas mías acerca de nuestro querido Carabias y su realidad.
Ataviado a la moda pregonera como Dios me dio mejor a entender, salí al balcón de la Casa Consistorial a golpe de campana. |
El pregón, que tuvo lugar tras la presentación de la Reina de las fiestas, decía así:
"Queridos hijos de Carabias y amigos de otros pueblos, niños y jóvenes despiertos, adultos y mayores de sabios consejos... bienvenidos todos a las fiestas en honor de San Juan Bautista Degollado.
Un año más, por las mismas fechas, nos preparamos para disfrutar de unos días alegres y felices. Las familias se reúnen, los amigos nos visitan, las puertas de nuestras casas se abren de par en par y pareciera que hasta las camas se multiplican para dar acogida a todos los invitados.
En la mayoría de los hogares, son los abuelos los encargados de ofrecer y disponer lo mejor de cada casa para difrute de la familia. Mientras tanto, los más pequeños juegan despreocupados en la plaza, suben en bici a las bodegas, van a por agua a la fuente... ajenos a la intensa emoción que despiertan en sus abuelos y padres al hacerles revivir alegrías pasadas de su infancia.
Dicen que son tiempos difíciles, de crisis. ¡Que no cunda el desánimo entre los que, también como yo, nos encontramos ansiosos por retomar el mundo laboral!
Carabias es un pueblo lleno de oportunidades todavía por descubrir y conservar.
Allí mismo, en el Alto de la Carabiela, descansan los restos del antiguo poblado arévaco-celtíbero que habitó estas tierras por varios siglos. Posiblemente no será hasta contar con la subvención económica y el respaldo de alguna institución, cuando sea posible excavar el yacimiento para su estudio, conservación y visita turística.
Justo a los pies de este lugar, transcurre el Camino de la Hoz que llega hasta Cedillo y visita las ruinas de tres molinos harineros que, nos consta, existían ya en el siglo XVIII ¡Qué magnífico empeño sería su restauración y acondicionamiento a modo de ruta senderista!
Esta primavera, una pareja de águila real, especie amenazada y protegida por la ley que en la Península Ibérica no sobrepasa los 3000 ejemplares, ha conseguido criar con éxito en nuestros montes. Se trata de un hecho desconocido por la mayoría y, sin embargo, que debiera llenarnos de orgullo. Yo lo proclamo aquí y ahora abiertamente porque para respetar algo, antes hay que conocerlo.
Carabias no puede seguir viviendo de espaldas al inmenso patrimonio natural que nos rodea: sus bosques de sabinas, encinas, robles y, especialmente, de pino resinero ahora que la miera parece que vuelve a ser rentable. Nuestros vecinos de Cuéllar y Sepúlveda ya se han echado a los pinares a explotar este recurso natural. ¿A qué esperamos en Carabias?
Estamos ya cansados de las graveras que minan y arrasan nuestros montes, levantando nubes de polvo, alterando los procesos hidrológicos y secando nuestras fuentes y arroyos... ¡empobreciendo los valores naturales de nuestro pueblo!
No es culpa de nadie, sino responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, especialmente de la juventud. Somos los jóvenes el presente y el futuro del pueblo. De nosotros depende lo que Carabias sea el día de mañana. En nuestras manos está el lamentarnos en unos años por las oportunidades perdidas o, en cambio, el felicitarnos por el trabajo bien hecho.
Queridos pequeños amigos y compañeros de generación, Carabias necesita de nosotros y de nuestra implicación. Empecemos hoy mismo, sin más demora. ¡Que nunca se diga o piense que en Carabias la sangre se volvió nieve!
Calle ya el pregonero y comience la fiesta por cada uno de los rincones de nuestras calles y almas. Amigos, aclamad conmigo:
¡¡¡VIVA SAN JUAN DEGOLLADO!!! ¡¡¡VIVA CARABIAS!!!"
Mi especial agradecimiento a R.L.P. por haber compartido generosamente sus fotos de aquella tarde.