a un día de despedir este bonito 2012, he querido hacer de hoy una fecha señalada y memorable para la posteridad estrenando este mi blog.
Y ya que a través de él espero crear un instrumento de difusión y en defensa de esa madre nuestra que es la naturaleza, qué mejor para comenzar que un breve relato de mi experiencia en Los Humedales del Carrascal, en la burgalesa localidad de Villalba de Duero.
El origen de estas lagunas se halla en una antigua zona de extracción de áridos que, actualmente, se encuentra más o menos recuperada.
Tras redescubrir la existencia de este lugar, esta misma tarde de domingo invernal he decidido darme un paseo por allí con intención de avistar algún avecilla. Nada más llegar y bajarme del coche, unos pocos cormoranes han alzado el vuelo a la vez que un grupo de fochas han desaparecido entre los juncos...
Humedales del Carrascal con el pueblo de Villalba al fondo. |
Siguiendo con la vuelta he ido descubriendo otras lagunas, cada vez más grandes y en mejor estado de conservación donde las fochas eran mucho más numerosas y menos tímidas hasta que después de haber visto alguna pareja de azulones he ido a topar con...
UNA GARCETA GRANDE |
En efecto, allí estaba, con su elegante silueta blanca, hermosa e imponente... Conteniendo la emoción he podido tomarle varias fotos antes de que alzara el vuelo en busca de un mayor recogimiento en alguna laguna próxima.
Aprovechando los últimos instantes de luz que todavía quedaban, he seguido con el paseo fotografiando algunas fochas y disfrutando de la encendida puesta de sol.
La focha solitaria |
Volveré pronto y seguiré escribiendo, ¡lo prometo!