Sergio de Carabias

Sergio de Carabias

sábado, 23 de enero de 2016

El acebo farero




Frente al mar del Norte
crece un alto acebo
vigoroso y fuerte,
cuajado de frutos rojos
sobre fondo verde.

Arriba del monte
desde su atalaya
corona el horizonte
guiando a barcos
veleros y galeotes.

Con alma marina
nació este acebo
y ya que marinero
nunca pudo ser
ejerce de farero.


Acebo con San Juan de Gaztelugatxe (Vizcaya)


miércoles, 6 de enero de 2016

El Pirata Segoviano




Segovia es el barco
de la alta Castilla
esculpido en pizarra
y piedra amarilla
que arde a la tarde
cuando se ilumina
por un sol ardiente
de luces heridas.

El Alcázar a la proa 
hace de guía
y la Catedral a popa
soberana se perfila,
elegante y sublime,
con lozanía
como el mástil mayor
que los otros envidian.

A cargo del navío,
el pirata cabecilla,
vuela entre las velas
y manda con osadía
 nuevos saqueos
 y otras tropelías.
Milano le llaman
de la Real Compañía.






lunes, 4 de enero de 2016

Padre Teide





En medio del océano
te he visto despuntar
solemne y tranquilo,
elegante y señorial.

Yo iba en avión
y me he creído enamorar...
Ahora sueño conocerte 
y tus laderas trepar.

Desde tu cima de nieves
quiero ver la infinidad
de las olas azules
que vienen y van,
a través de los siglos,
sobre la mar.







martes, 22 de diciembre de 2015

Fadiouth, La Venecia Senegalesa



     En la costa de Senegal, al refugio de un cordón litoral o restinga de arena, flota tranquilamente una pequeña isla a salvo de las grandes olas del Océano Atlántico. En el horizonte se recorta entre el cielo y el agua el perfil de un pueblo sencillo y humilde, ajeno al recuerdo italiano que en mi memoria despierta esta Venecia senegalesa...




     La isla de Fadiouth queda unida a la Madre África a través de un puente de madera que ondea sobre el agua como las pequeñas olas que bajo él suavemente tambalean. Los faroles y tejados de los descansillos le dan a la construcción cierto aire oriental...




     El continuo ir y venir de laboriosas mujeres aparatosamente cargadas a la cabeza simula la incesante actividad de un hormiguero en el que habitaran hormigas de dos piernas.




     Que Fadiouth es una población de confesión cristiana, minoría religiosa en África, es un hecho que enseguida se desprende al observar su cementerio, el campanario en su cima por una cruz rematado y también por la cantidad de cerditos, puercos o marranos que la vista encuentra en su recorrido. Un animal, cabe recordar, maldito para musulmanes y judíos.





     En un mar de desperdicios, buscan los cochinos restos orgánicos que comer con su alargado hocico a modo de aspiradora.





     La porquería se acumula por doquier en el agua y en la tierra. Gracias a las patrullas de piaras que viven libres por las calles, el entorno queda limpio de restos de comida pero nada pueden hacer contra plásticos y envases que van cambiando de lugar movidos por viento y marea.




     El detalle más llamativo de Fadiouth son sus suelos cubiertos por una alfombra de conchas blancas de pequeños bivalvos que se estremecen bajo los pies entre crujidos huecos. Recostados contra los muros de las casas, colocan coloridos cestos de fibra vegetal, muestra de la artesanía local.




     También abundan por las calles y pasajes, los pescados ya limpios, abiertos y salados, secándose al sol. El aire se empapa así con los fuertes olores a entraña de mar.












     Sobre el tapiz de blancas conchas se pasea un pajarito con plumas de oro y capucha de azabache. Sus patitas se pierden entre las oquedades que el calcio formó cuando tuvo vida.




     Pero no sólo de los frutos del mar viven en Fadiouth. Erigidos sobre pilares de madera, se levantan sobre el agua un rebaño de graneros para evitar que la subida de la marea malogre la cosecha.




     Un grupo de mujeres de piel blanca acaba de llegar a Fadiouth. Como embajadoras de un lejano país europeo, pasean curiosas por las calles captando la atención de los locales. Las madres portan sombreros y faldas, las jóvenes pantalones cortos y coleta... ¿Se creerán los niños negritos que en Europa las mujeres adultas deben taparse la cabeza y llevar libres las piernas?





     A la hora de marchar, el grupo de extranjeras decide tomar una barquita. Faltan el estilizado ferro y la práctica forcola,el largo remo y la camiseta a rayas y el sombrero del patrón pero algo hay de góndola en el alma de esa embarcación.



miércoles, 9 de diciembre de 2015

Relamios de jirafa


Se relame la jirafa
pensando en hojas de acacia
tiernas y verdecitas
de los brotes, sin espinas,
apenas ya despertadas
a las luces de la vida.






viernes, 4 de diciembre de 2015

Nube de Noviembre



Nube de Noviembre,
¿a qué has venido?
si es para llover
mójame y vete
no enturbies el horizonte
por favor te lo pido.
Sal de la mente
de mi Cielo escondido
de las lluvias ausentes...
¡no quiero nada contigo!










sábado, 21 de noviembre de 2015

Para jugar


Para jugar
tu silla de ruedas me da igual
y tus piernas flaquitas.
Si no puedes andar
yo te puedo empujar.
Sólo importa ser amigos
y pasarlo bien
para jugar.