Sergio de Carabias

Sergio de Carabias

miércoles, 19 de febrero de 2014

Los Búhos Campestres de Riaguas



     El pasado lunes el cielo amaneció despejado con un sol radiante que deshizo rápidamente el manto de escarcha de los campos. Por fin las lluvias daban tregua en el justo momento para disfrutar del Taller de Iniciación a la Ornitología desarrollado por Xavier Martín en la Casa Rural La Robliza de Cedillo de la Torre y en el que el gran protagonista resultó ser el Búho Campestre (Asio flammeus), pero no adelantemos acontecimientos...

Búho Campestre "Asio flammeus"


     El taller empezó con una charla en el acogedor salón de La Robliza para tratar las diferentes ópticas de prismáticos y telescopios, las guías de aves y naturaleza y las familias de aves y especies más comunes de la provincia de Segovia.

     En torno a mediodía nos subimos al todoterreno de Xavi para echarnos al campo a pajarear con dos objetivos claros y marcados: la observación de avutardas y búhos campestres. La primera parada fue en el alto de las ruinas de la Ermita de San Juan, un enclave privilegiado por las magníficas vistas que brinda de los alrededores. Desde allí sorprendimos en la lejanía varios corzos pastando y algunos ratoneros y milanos posados en los postes.

Al Sur se levanta la Sierra de Ayllón con sus cumbres nevadas.

Al Este, es posible distinguir, hacia la izquierda en la foto, los Picos de Urbión
y, muchos kilómetros todavía más lejos, a la derecha, la "mole del Moncayo", aquella mañana más blanca que rosa...


     Siguiendo con nuestra ruta por Riahuelas y Corral de Ayllón, sorprendimos un bando de una decena de perdices que salieron al camino para sacarnos una sonrisa con su apresurado y balanceado caminar...



Pareja de perdices con la Sierra de Ayllón nevada al fondo.

     Y no muy lejos de ahí, ya cerca de Riaguas de San Bartolomé, salió volando de un salto algo grandote y pardo con apariencia de rapaz. Al aterrizar entre las hierbas altas para esconderse y dejarse observar con los prismáticos, este par de ojazos nos miraba con suma atención.


Búho Campestre "Asio flammeus" entre las hierbas

     Al seguir avanzando por el camino, salieron de sus escondites hasta cuatro Búhos Campestres más, todos ellos con marcados rasgos distintos en el plumaje que permitía diferenciarlos entre sí.

Ejemplar de Búho Campestre
 de "cara redonda"

Ejemplar de Búho Campestre
con el diseño facial de las plumas blancas más apuntado hacia el pico.





Búho Campestre levantando el vuelo.


Búho Campestre en vuelo.


     Con una gran satisfacción, especialmente por parte de todos menos del experto Xavi (para quien ver Búhos Campestres en campos de cereal en invierno constituye algo "normal"), nos dirijimos hacia el muladar de Campo de San Pedro para probar suerte con las carroñeras.

     Y aunque buitres no había ninguno, sí pudimos ver este bando de Avefrías con algún Chorlito Dorado infiltrado en la charca que se ha formado en las inmediaciones a constante de las últimas generosas lluvias.

Bando de Avefrías "Vanellus vanellus" 
y Chorlitos Dorados "Pluvialis apricaria"
en el muladar de Campo de San Pedro



Foto de Grupo en el Muladar de Campo de San Pedro.
Lunes 17 de febrero de 2014


     Y entre Avefrías y Chorlitos Dorados, nos despedimos de tan provechosa mañana dedicada a la observación de aves por el Nordeste de Segovia de mano de Xavi Martín, a quien le estoy profundamente agradecido, y en estupenda compañía con otros jóvenes de pueblos de la comarca.


 Cedillo de la Torre, siempre tan estilizado y elegante.





lunes, 17 de febrero de 2014

El Calamón de Villalba


     El día doce del pasado mes de noviembre saltó la voz de alarma: un ejemplar de Calamón fue observado por vez primera, desde que se tienen registros, en la provincia de Burgos. Al día siguiente, volvió a ser visto y, de nuevo otra vez, cinco días después, siempre en el mismo entorno de las Lagunas del Carrascal en el término de Villalba de Duero. Todo ello según figura en el Informe del 4º Trimestre del Anuario Ornitológico de Burgos.


     Desde entonces, varias veces he acudido para escudriñar los carrizos con los prismáticos imaginando descubrir los reflejos añiles del escurridizo Calamón. Y por fin esta misma tarde, la casualidad, la suerte o la mismísma Divina Providencia me ha concedido diez minutos largos de privilegiada observación de mi ansiado objetivo: el solitario Calamón que, nadie sabe cómo, ha llegado hasta la Ribera del Duero desde... ¿Madrid? si acaso no más lejos...

     Sin temor alguno, el colorido rálido se ha paseado por la orilla de enfrente provocando gran estruendo con el crujir de las cañas secas.







     Incluso, hasta se ha decidido a nadar una breve distancia, comportamiento más bien escaso en esta especie.



     La historia natural reciente del Calamón es una de esas que motivan la esperanza en la conservación de las especies. A mediados del siglo pasado, el Calamón estuvo al borde de la extinción. Sin embargo, en los últimos años, ha experimentado una sorprendente recuperación y resulta muy fácil de avistar en Doñana, la Albufera de Valencia, las lagunas de la Mancha Húmeda e, incluso, en Madrid. Por otra parte, resulta toda una sorpresa encontrar un individuo solitario en la Meseta Norte Castellana, a 180 km de su cuartel reproductor más cercano.

Distribución del Calamón común "Porphyrio porphyrio"
según una Adaptación de SEO de la Enciclopedia de las Aves de España


     Quizás, su presencia pueda resultar una prueba más del enclave privilegiado que son las Lagunas del Carrascal en Villalba de Duero frente a la total falta de protección ambiental que sufren todavía hoy...


     Sólo espero que más pronto que tarde, aterrice algún otro ejemplar que garantice la reproducción de una especie tan interesante, atractiva y emblemática para enriquecimiento de los valores naturales de las Lagunas del Carrascal.





lunes, 10 de febrero de 2014

Los patos de la Casa de Campo



     En los adentros del acotado Encinar de San Pedro existe una pequeña charca naturalizada que alberga varias anátidas para su exhibición y muestra a los grupos de visitantes que acuden a los talleres del CEA Casa de Campo como nosotros hicimos el pasado domingo.

     Tras un accidentado recorrido debido a la lluvia, que tiene la manía de hacer resbaladizos y pegajosos los suelos arcillosos, pudimos llegar a la la entrada del conocido Encinar. Nada más cerrar la puerta, un simpático zorro salió tras unas zarzas... Sorprende cuanto menos y resulta todo un éxtasis comprobar cómo la vida salvaje se sucede a tan sólo 7 km en línea recta de la concurrida Puerta del Sol.

     En la charca de nuestro destino pudimos contemplar los tranquilos baños de hasta seis especies de aves, algunas de ellas, harto difíciles de localizar en la provincia de Madrid como el Ánade Rabudo o el Pato Colorado... Todas ellas con un marcado dimorfismo sexual, como es norma general en los patos, que hace a los machos especialmente atractivos con sus colores e irisaciones, no sólo a la vista de las hembras de su especie, sino también de los depredadores. Y es que existen estudios que estiman que por cada hembra depredada, antes han caído ya otros siete machos... ¡Nadie dijo que dejar descendencia este mundo fuera tarea fácil!


Pareja de Pato Colorado "Netta rufina"




Macho de Pato Colorado



Pareja de Ánade Rabudo "Anas acuta"


Machos de Ánade Rabudo "Anas acuta"




     También pudimos disfrutar de otras especies más comunes, como el Pato Cuchara o el Porrón Europeo.



Machos de Pato Cuchara "Anas clypeata"

    

Macho de Porrón Europeo "Aythya ferina"

Hembra de Porrón Europeo "Aythya ferina"


miércoles, 29 de enero de 2014

Sierra Morena Sevillana


     Existe un lugar en la provincia de Sevilla totalmente distinto al estereotipo llano y caluroso que la mayoría guardamos de la ciudad hispalense. Todavía hoy se le denomina confusamente "Sierra Norte de Sevilla" y digo lo de que abduce a la confusión porque... ¿cuántas Sierras Nortes hay en la Península? Sólo en la Comunidad de Madrid ya hay una y bastante famosa... y no porque yo lo diga, los buscadores de internet me dan la razón. En realidad, este lugar del que hoy les vengo a hablar corresponde a la misma Sierra Morena que cruza desde Portugal hasta Jaén, denominación por la que actualmente tanto se está trabajando para integrar este bello enclave donde realmente le corresponde: en la única y bella Sierra Morena.


Rincón en la Sierra Morena Sevillana.


     Este pasado fin de semana, he tenido la gran suerte de participar en el Taller de Iniciación a la Ornitología totalmente gratuito desarrollado por Aves Sierra Morena y promovido por la Red MITO, una magnífica iniciativa que ha permitido formar a casi una veintena de jóvenes como embajadores de la Sierra Morena Sevillana para ahora, ir esparciendo y difundiendo por los confines de la Península las glorias del lugar.

     Llegamos el viernes por la tarde a la Plaza del Coso, en Guadalcanal, donde nos recibieron Rafa y Javi que nos guió hasta la casa rural La Florida del Valle, una antiquísima construcción con aires de fortaleza. Allí nos alojamos, asistimos a la presentación del taller, cenamos estupendamente y entablamos las primeras amistades en torno a la acogedora chimenea del salón.

Cara rural La Florida del Valle
con las primeras luces del amanecer.

   El sábado por la mañana comenzamos la ruta en el nacimiento del río Húeznar donde era posible observar el agua manando del fondo en forma de burbujas y dibujando ondas al llegar a la superficie.



     En las choperas de las orillas sorprendimos en un par de ocasiones al más pequeño de los pícidos europeos: el simpático Pico Menor (Dendrocopos minor).

A menudo en ramas altas y finas, pasa fácilmente desapercibido.
Sólo su débil tamborileo delata su presencia.

     Siguiendo la corriente del Húeznar nos acercamos hasta el cercano San Nicolás del Puerto en cuya iglesia dos cigüeñas adecentaban sendos nidos.




     En una pradera cercana, un rebaño de ovejas con sus corderos pacía y descansaba al sol.
   




     Después de reponer fuerzas desayunando, subimos al autobús que rápidamente se impregnó de un fuerte olor a aaaaaaaajo ajo, a consecuencia del acompañamiento que algunos eligieron para sus tostadas. La primera parada estuvo dedicada a la contemplación de los altos vuelos de los buitres, en su mayoría, leonados aunque también algún tímido negro. El primer águila real aprovechó para hacer acto de presencia.







    En el camino vimos multitud de ciervos: pequeños grupos de hembras con sus gabatos, ya de un año, y preñadas del siguiente, y machos solitarios con las cuernas todavía enhiestas.





Jabalí  "Sus scrofa" embarrado entre las jaras
 con "cutrescoping".

     Junto a la omnnipresente escolta de los leonados, se dejaron ver más águilas reales y varias imperiales en sus tres diferentes plumajes: un pajizo de primer año, un damero juvenil y varios adultos oscuros. Sin embargo, la gran distancia a la que aparecieron apenas consintió la observación de sus siluetas a través de los prismáticos.


     De regreso a la casa rural, una multitud de buitres levantó el vuelo desde el suelo como para despedirse de nosotros.

Buitres levantando el vuelo desde su posadero directamente en la tierra.

Nube de buitres leonados y negros.

     Y para cerrar tan fastuoso espectáculo, unos metros más adelante, una pareja de Águila Real nos sobrevoló por unos instantes.






     Al día siguiente, el amanecer nos sorprendió con estas ligera niebla cubriendo el fondo de valle.




     El domingo se unieron al grupo vecinos de Guadalcanal para ascender a La Capitana a 959 msnm, el segundo pico en altura de la provincia de Sevilla.





     Durante la subida, algunos compañeros se dedicaron con especial fruición en levantar cada una de las piedras que les parecieron prometedoras... Así fue como nos hicieron descubrir varios alacranes, escolopendras y un par de sapos corredores.

Alacrán "Buthus occitanus"


     En la cumbre destaca una encina que parece quisiera ser atalaya del horizonte.



     Alcanzada la cima, se trataba del momento perfecto para plasmarlo en la memoria de las cámaras.

Foto de grupo en La Capitana.
Cortesía de Madeincordoba.com

      Una vez emprendido el descenso, en las zonas más frescas aparecían numerosos Candilicos (Arisarum simorrhinum), una pequeña arácea muy curiosa que jamás había visto antes y abundante en la mitad oeste de la Península.

Candilico "Arisarum simorrhinum"

     La alegría máxima fue llegar a un pilón, o pilar como dijeron los andaluces, y descubrir varios anfibios en plena fase reproductora.

     Hasta tres machos de Tritón Pigmeo pudimos contar con sus crestas dorso-caudales totalmente desarrolladas.

Macho en celo de Tritón Pigmeo "Triturus pygmaeus"

     Un gran ejemplar de Gallipato también había encontrado refugio en aquellas aguas limpias y fresquitas.

Gallipato "Pleurodeles walt"

     Pero de lo que verdaderamente había, eran crías de salamandra que se contaban por decenas.

Cría de Salamandra Común "Salamandra salamandra"

     Y tampoco podía faltar este gracioso animal que tantos gozos despierta cuando lo sirven en el plato, ¡sea cual sea la manera!

Cerdos Ibéricos en la dehesa sevillana.

   

     Al llegar a La Florida del Valle nos esperaba este pedazo de mesa con todo dispuesto para comer suculentos entremeses de la tierra y arroz con costillas. Con gran pena y muchas ganas de volver pronto a disfrutar de un enclave tan bonito, fui de los primeros en despedirse: el viaje de vuelta a Madrid que me esperaba tenía su miga...
Foto de grupo en la gran comida de despedida.

     Especialmente agradecido me siento con Rafa, el que fue nuestro simpático y alegre guía ornitológico, y a quien debemos más de la mitad de las observaciones, especialmente de rapaces cuando apenas se veían como motas de polvo en el horizonte. Igualmente lo estoy con Juan Luis y su familia, que con tanto cariño y disposición nos acogieron en su querida Florida del Valle en la que nos sentimos auténticamente como en casa, o mejor, gracias a la estupenda comida que nos sirvieron. Y qué decir del magnífico grupo de nuevos amigos que me acompañaron durante el fin de semana... sólo espero volver a coincidir con todos y cada uno de ellos en algún momento futuro, disfrutando nuevamente de la pasión que nos une...