En realidad, ni es Catedral ni recibe la advocación de la Amazonía, sino que su verdadero nombre es Basílica del Sagrado Corazón o del Voto Nacional. Sin embargo, a mí me quedó claro que aquel templo debía ser el orgullo de El Creador por las continuas referencias a su obra maestra: la Creación.
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El autor frente a la fachada de la Basílica del Sagrado Corazón de Quito, Ecuador.
Miércoles 28 de enero de 2015. |
El más llamativo ejemplo de ello son las gárgolas con figuras de animales selváticos: monos, pumas, armadillos, tortugas, cocodrilos... se cuelgan de sus muros y pináculos al vacío para vomitar el agua que resbala por los canalones de los tejados los días de lluvia.
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Gárgolas con formas reptilianas. |
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Gárgolas de monos. |
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Gárgolas de osos hormigueros. |
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Gárgolas de pumas. |
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Gárgolas de tortugas. |
Por sus dimensiones y estilo está considerado como el templo neogótico más grande de América. Su apariencia externa recuerda a una fusión entre la Catedral de Burgos y la de Nôtre Dame y el tema central de sus ornamentos señala directamente a un genio que también encontró en la Naturaleza su máxima inspiración: Gaudí con su Sagrada Familia de Barcelona.
La Basílica del Sagrado Corazón gobierna señera y ligera los cielos de la ciudad pudiendo ser contemplada desde cualquier punto de la ciudad. Los desniveles de sus calles regalan al paseante vistas como la siguiente:
Esta maravilla arquitectónica se encuentra en Quito, capital de Ecuador, conocida también y con gran acierto como Relicario de América debido a sus iglesias realmente hermosas. La verdadera Catedral de Quito recuerda algún templo andaluz con sus muros encalados y sus azulejos brillantes, azules y verdes. La Iglesia de los Jesuitas desborda opulencia y reflejos dorados.
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Catedral de Quito que recuerda a un templo andaluz. |
Acabo con una foto junto a mi querida amiga peruana Yi que me acompañó a visitar la Basílica del Sagrado Corazón aquel último día de mi estancia en Quito, un miércoles 28 de enero de 2015.
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"Yi y yo" desde la Basílica de Quito con vistas al Panecillo. |
Porque las palabras escritas trascienden en el tiempo...y refrescan nuestra memoria...Un abrazo bloggero Sergio!
ResponderEliminar¡¡¡Gracias, amiga Yi!!!
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