Quisiera ser vecino
en este vecindario
y no tener por casa
nada más que un nido
de pajitas y palitos,
redondo y mullido,
a la hoja tejido
de una alta palmera
a la hoja tejido
de una alta palmera
con cuidado y cariño
y quedar en el aire suspendido.
¿Te imaginas que sopla el viento?
Sería tan divertido...
Balancearse con la brisa
al compás de los trinos
de los pájaros amarillos.
¡Anímate, yo estoy convencido!
¡Vente a vivir conmigo!
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