Sergio de Carabias

Sergio de Carabias

domingo, 9 de junio de 2013

Temporada de cría más agria que dulce

El pasado domingo 2 de junio fui con mi hermana a revisar las cajas nido para páridos que tenemos colgadas en una finca plantada de chopos.

En las tres primeras no encontramos más que nidos a medio terminar; sin duda, lo bueno se nos reservaba para las dos últimas.


Pese a no salir ningún pajarillo al dar unos suaves golpecitos en el lateral de la caja nido con el fin de evitarle mayores sustos, cuando la tuve entre mis manos comprobé con sorpresa que dentro de ella una hembra de Carbonero común (Parus major) me observaba con gran antención mientras seguía incubando. Con sumo cuidado volvimos a colgar la caja nido en su rama para devolverle la tranquilidad a la feliz mamá.

En la otra de ellas, cuando dimos los golpecitos oportunos salió un herrerillo. Muy emocionados la descolgamos para descubrir su nidito con 6 pequeñines huevos pintaditos de motas marrones sobre un fondo blanco.


Nido de Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)

Huevo de Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)




Tras dos semanas hemos vuelto al lugar para constatar con gran pesar el triste final de los pequeños herrerillos. De los 6 huevos que contamos, sólo quedaban cuatro pollitos y, todos ellos, muertos...


Nido malogrado de Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)

El nido se encontraba muy limpito y los polluelos no aparentaban sufrir desnutrición por lo que no es muy factible que el nido haya sido abandonado por sus padres o que uno de los progenitores haya muerto, ya que habría una mayor suciedad, por las heces no recogidas, y seguramente los pollos se mostrarían algo flamélicos por la falta de alimento. Sin embargo, parece que hasta el último momento no les faltaron las atenciones parentales. Entonces... ¿un golpe de frío inesperado como consecuencia de la reciente bajada de temperaturas? Seguramente, esta metereología atípica les haya sorprendido más que a todos nosotros...


Polluelos de Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)



Sin embargo, al aproximarnos a la caja nido del Carbonero nos hemos ilusionado con la jovial vitalidad que debía bullir dentro debido a la gran algarabía que producían los insistentes reclamos de toda una tropa. Efectivamente, cuando la hemos tenido entre las manos, momento en el que ha cesado el piar, nos ha alegrado la gran ocupación ¡con hasta 8 polluelos! todos ellos en un perfecto estado y a punto de echar a volar.


Pollada de Carbonero común (Parus major)

Polluelo de Carbonero común (Parus major)


2 comentarios:

  1. qué hay de la caja nido de Cernícalo, Sergio??? nos tienes en ascuas :-)

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  2. Que gran blog, aprendí mucho de esta especie de páridas. gracias por compartir su experiencia

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