No importa que en Madrid se pueda gozar ya de unos primaverales 15ºC para que en la Sierra apenas se pase de los 0. Aun así, el ritmo de la vida salvaje es frenético en estas fechas. Entre los floridos avellanos y álamos blancos acuden los pequeños Parus en su incesante búsqueda de insectos. Almendros, ciruelos y demás prunus, con las yemas de flor bien redonditas y a punto de estallar son también parada obligada de la tropa de pillos integrada por carboneros y herrerillos. En la madreselva, todavía a medio vestir, una pareja de mitos comienza a tejer su nidito sin importarles estar siendo observados de continuo por la familia dueña del jardín. Las cigüeñas, desde lo alto de torres, campanarios y algunos fresnos desmochados, no cesan de crotorar anunciando al Valle su regreso invernal. Abajo en los prados, algunas vacas han parido hace pocos días y otras, lo harán de forma inminente. Falta más de un mes para la primavera pero más vale que todo esté bien preparado para su llegada.
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Trepador azul "Sitta europaea" |
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Carbonero común "Parus major" |
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Cigüeña blanca "Ciconia ciconia" |
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Cigüeñas en el campanario de Alameda del Valle restituyendo sus nidos |
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Elegante y esbelta, en su empeño de resultar atractiva, se pinta hasta la raya del ojo |
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Retahíla de vacas a punto de ser mamás |
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Recentales de pocas horas de vida |
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Pico picapinos macho "Dendrocopos major".
Todavía sin haber entrado en la época de celo, ha resultado ser toda una casualidad
descubrirlo en lo alto de un fresno merendando. |
La vaca te ha quedado bien enfocada; parece que con los bichos grandes te apañas mejor :-p
ResponderEliminarBelle foto, bravo !
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