Como siempre, los conejos quisieron ser los primeros en recibirnos; esta ocasión, sesteando al sol de media tarde.
Simpáticos lagomorfos que, aburridos ya de la presencia humana, ignoran los movimientos de cualquier forma bípeda carente de pico. |
También las cigüeñas se nos aparecieron sin timidez alguna, la mayoría de las parejas entretenida ya en la incubación de la puesta.
Los milanos negros (Milvus migrans), si bien me sentí privilegiado en ver a uno de ellos aportar material al nido en mi visita anterior, esta tarde me dejaron bien claro que son abundantísimos y fácilmente observables desarrollando en comportamiento reproductor.
Pareja de milano negro |
Milano negro sobre el nido |
Ya desde los observatorios de la laguna, vimos varias parejas de somormujo (Podiceps cristatus), flotando muy tranquilotes a la deriva con el cuello plegado sobre la espalda y la cabeza descansando sobre el pecho. Ni rastro de los galanteos que se traían la otra mañana...
En cierta esquinita de la laguna descansaban en pareja unos somormujos y zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis) que se bañaban con los últimos rayos del día tan cálidos y acogedores. Muy romántico todo.
El sobresalto mayor lo puso una mancha azul metálico rematada por un pico rojo y sostenida por sendas patitas rojas: nuestro amigo Porphyrio se dejaba ver por vez primera ante nosotros en estos bellos parajes.
Bien es cierto que la pobre instantánea es todo lo vulgar que puede ser, mas tomo este contratiempo como la excusa perfecta para volver y cerciorarme de si ese montón de carrizos sobre el que ni se movió durante el cuarto de hora de observación única y personalizada con que obsequié al calamón, constituye su posible nido.
Los machos de cuchara no podían ocultar, con esas subidas y bajadas de cuello tras de las hembras, su sufrido celo.
Todavía desde el observatorio, y entre los carrizos de primera línea, un simpático mosquitero nos demostró sus dotes acrobáticas aéreas en la captura de pequeños dípteros.
Mosquitero común (Phylloscopus collybita) localizando con gran atención su próximo aperitivo. |
Continuando con el paseo, sorprendimos una solitaria hembra de porrón europeo (Aythya ferina) sobre un tronco....
y a un, solitario también, macho de ánade friso.
Y ya para finalizar las presentaciones entre Almu y el Parque Regional del Sureste, sorprendimos un bando de tres parejas de cercetas por el río cuyos machos me recuerdan no sé qué personaje egipcio con esos maquillajes llamativos y lineales.
¡Hola, Sergio! Tu pato misterioso creo que es un ánade friso macho (Anas strepera).
ResponderEliminar¡besos!
¬¬ Empezar las entradas con fotos de conejitos monos para batir récords de visitas es jugar sucio...
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