lunes, 28 de septiembre de 2015

El mensajero del Eclipse Lunar



     Habían pasado tres horas ya desde la puesta del Sol y la Luna llena bañaba la tierra con su luz clara y brillante. Mientras cenábamos poroto con mandioca y zocote, una pequeña cosa cayó del cielo con gran estrépito, como arrojada con fuerza, sin cuidado ni mesura. Cuando nos acercamos, descubrimos un extraño ser con un gran cuerno y del color de las hojas secas. Al ir a cogerlo, desplegó sus alas pardas mostrando bajo ellas el oscuro manto celeste con dos grandes lunas bañadas en sangre. Nunca antes habíamos visto nada parecido...


Cathedra serrata


     Al instante, sonaron con potencia las Caracolas de Plata que nos convocaban con urgencia a la Gran Explanada del Templo. Allí acudimos todos en masa, niños y ancianos, mujeres y hombres, sobrecogidos por esa llamada en medio de la noche. Los Sumos Sacerdotes desde lo alto de la torre dirigían sus manos al cielo mientras entonaban cánticos con mensajes de ayuda y protección.

      El Jaguareté Hovy había comenzado a engullir a nuestra hermana Luna... Cuando la oscuridad fue total y sólo se intuía un ardiente cerco rojo de sangre, tuvimos miedo de perderla para siempre y comenzamos a gritar y lanzar piedras y flechas para espantar al jaguar. Sólo cesamos cuando la hubo escupido por completo y la luz volvió de nuevo a iluminar la noche y nuestros corazones y almas.














2 comentarios:

  1. Me encanta el relato!! Y el bichito es precioso con ese cuerno!! Se sabe lo que es? En serio cayó anoche mientras cenabais? Muy oportuno, sí señor!! Un beso!!

    ResponderEliminar