martes, 9 de abril de 2013

El Zoo Municipal de Guadalajara I. Especies autóctonas.

A cuarenta minutos de Madrid existe un lugar en el que se pueden conocer en vivo especies animales tan espectaculares como el lince rojo y el lince boreal y de la talla del lobo ibérico o el oso pardo. Me estoy refiriendo al Zoo Municipal de Guadalajara tan desconocido, al menos en Madrid.

La pasada semana me acerqué un día con mi hermana, después de que ella misma propusiera el plan, para disfrutar de una bonita mañana observando estos grandes amigotes y otros pequeños amiguitos. Por supuesto, a nadie se le escapa que se trata de un parque zoológico y, por lo tanto, que alberga animales privados de libertad. Pese a ello, me pareció que las instalaciones eran bastante dignas. Además, acoge un Centro de Recuperación de Fauna Silvestre que mantiene algunos ejemplares de rapaces ibéricas irrecuparables para su exposición al público.

Bien es cierto que todas las fotos que a continuación he querido compartir han sido hechas a animales en cautividad por lo que poco mérito tiene el haber conseguido tal proximidad. Sin embargo, me sirvió de entrenamiento con la cámara para un posible futuro acercamiento en el medio natural. Ojalá suceda...




Nada más empezar el recorrido, nos detuvimos en el estanque central, donde nadaban confiadas varias anátidas de especies de complicada observación en libertad, al menos para mí...


Macho de Ánade Rabudo (Anas acuta). Especie invernante en la Península Ibérica.

Macho de Cerceta Común (Anas crecca). Especie invernante en la Península Ibérica.

Pareja de Silbón Europeo (Anas penelope). Especie invernante en la Península Ibérica.

Continuando con el recorrido, llegamos a los recintos de los rumiantes ibéricos. El primero de ellos fue el arruí (Ammotragus lervia) que, si bien es de origen africano, en la década de los 70 fue introducido en el Parque Natural de  Sierra Espuña (Murcia) desde donde se ha ido expandiendo por las vecinas Sierras del Cambrón y del Gigante.

Su mirada y cornamenta recuerda el parentesco con la cabra montés
y, a su vez, explica el por qué se les ha relacionado desde el Medievo con el diablo.


Las crías, con unos días de vida, empiezan a entrenarse en los embistes a base de juegos.

Seguidamente, se nos presentó un noble macho de muflón con su harén. Qué desaliento cuando uno se para a pensar en que las ovejas derivan de la domesticación de esta bella especie...

Familia de Muflón (Bovis orientalis musimon)

 
Macho de Muflón posando cual si de campesino con espiguilla en la boca se tratara.


El gran macho de ciervo también nos sorprendió con su firme osamenta

Macho de Ciervo (Cervus elaphus)


Especialmente me llamó la atención este macho de ciervo por la destacada heterogeidad entre sus cuernas.

Joven pareja de "varetos" entrenando en el arte de la embestida


Y cómo no, el pequeño y simpático corzo también tenía su espacio reservado.


Grupo de Corzos (Capreolus capreolus)

Macho de Corzo.



Después vinieron las rapaces, en concreto un gran jaulón con algunos alimoches y buitres leonados.



Alimoche (Neophron percnopterus)

En el alimoche era perceptible en su rostro una coloración amarilla apagado debido, probablemente, a la falta de carotenos que en libertad obtienen de la ingesta de estiércol.

Buitre Leonado (Gyps fulvus)

No recuerdo haber estado nunca antes tan cerca de un ejemplar de buitre leonado y esta experiencia me ha servido para darme cuenta de la gran belleza de que gozan estas grandes aves todavía tan denostadas en muchos ambientes.

Buitre Leonado (Gyps fulvus)

Buitre Leonado (Gyps fulvus)

En una de las instalaciones próximas, se encontraba este malparado Búho Real en tan desangelado estado... Sirvan su turbia mirada y complicada postura para despertar conciencias en cuanto a la importancia que tiene el disminuir el impacto de carreteras y sobre todo la presencia de vallas y alambradas, trampa peligrosa especialmente para las rapaces nocturnas.

Búho Real (Bubo bubo) irrecuperable

Entre los grandes carnívoros pudimos disfrutar de las persecuciones que se traía una pareja de zorros.




Y también de las siestas que se estaban gozando un lobo ibérico y una pareja de osos pardos.




Para la segunda entrega del Zoo Municipal de Guadalajara dejo las especies alóctonas a las que me he referido en la presentación como el lince boreal o el lince rojo. ¡Espero que os haya gustado el recorrido!


La continuación:
http://sergiodecarabias.blogspot.com.es/2013/04/zoo-municipal-de-guadalajara-ii.html

3 comentarios:

  1. Gusta, gusta; el oso mirando por encima del hombro está muy bien ;-)

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    1. Lo siento Aritz, he sido tan torpe que sin querer le he dado a eliminar comentario... ¡Gracias por tus amables palabras y espero que la segunda entrega no te defraude!

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