domingo, 21 de febrero de 2016

Querido abuelo Marcelino



A mis veinticinco años,
por primera vez,
te he buscado 
en el cementerio
y no te he encontrado...

Pero no estoy triste
porque te he sentido
en el sol y el aire
de este viernes frío
acompañándome
con paso decidido.

Igual que te siento
de vez en cuando,
más veces de las que pienso,
tendiéndome la mano y
susurrándome secretos
para hacer el bien
y acertar de pleno
desde allá arriba
en lo alto del Cielo.

Te he visto en fotos
tan guapo y bien vestido
y me han hablado mucho de ti,
de que eras bueno de verdad
humilde y sencillo
e incluso hay quien
ha visto en mí parte de tu brillo,
de tu sentir y nobleza
y tu revoltoso flequillo.

Qué alegría me da
cuando me comparan contigo
aquellos que te conocieron, 
querido abuelo Marcelino.




No hay comentarios:

Publicar un comentario