En medio del océano
te he visto despuntar
solemne y tranquilo,
elegante y señorial.
Yo iba en avión
y me he creído enamorar...
Ahora sueño conocerte
y tus laderas trepar.
Desde tu cima de nieves
quiero ver la infinidad
de las olas azules
que vienen y van,
a través de los siglos,
sobre la mar.
Precioso.
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