jueves, 19 de febrero de 2015

Crónicas de una caída anunciada



     En el último año han sido noticia las caídas de árboles en Madrid por su considerable incremento en número y, lo más trágico, por haber provocado la muerte a varias personas...

     Ayer mismo, miércoles 18 de febrero, caía el último de ellos: un gran Pino Carrasco "Pinus halepensis" en El Calero, el parque de mi barrio, afortunadamente, sin tener que lamentar víctima alguna pese a aplastar un banco.

    Esta mañana, los trabajadores del Ayuntamiento se afanaban por retirar el gran árbol y también por cortar otros próximos que amenazan caída.




     A ningún vecino puede extrañarle este accidente. De hecho, resulta sorprendente que haya tardado tanto en desplomarse un árbol en un parque en el que abundan los ejemplares con un ángulo de inclinación respecto al suelo, en ocasiones, ¡inferior a los 45º!


Pinos carrascos "Pinus halepensis" peligrosamente inclinados
en el interior de un parque infantil.



Pinos carrascos inclinados sobre bancos.




¿Qué futuro puede esperarle a un árbol
que baila así de bien la conga?


     La ciudad de Madrid destaca por el rico y abundante patrimonio arbóreo de que goza, comparado con otras capitales del mundo. Particularmente a principios de los 90, siendo concejala de Medio Ambiente Esperanza Aguirre, se plantaron muchas aceras y parques de la ciudad. Por ejemplo, la mayoría de los plátanos de sombra que escoltan las calles son de aquel entonces y se les colocó a los pies de su tronco una plaquita con el nombre de un niño nacido en el 1990 o 1991. Precisamente yo mismo he de tener un árbol dedicado que, sin embargo, jamás he localizado...

     Lo que yo no puedo concebir es entender al árbol como un mero elemento urbanístico, igual que una farola, una papelera o una parada de autobús, y plantarlo y cortarlo al antojo de las necesidades del momento. Un árbol, por mucho que no grite ni corra, sigue siendo un ser vivo que nace, crece, respira... un ser vivo con pleno derecho a la vida. Cortarlo, es decir, matarlo, debería ser la última solución.


Pinos carrascos inclinados con las horas contadas...
Parque El Calero.

     Los árboles necesitan de un mínimo mantenimiento desde que son plantados que vele por su correcta posición vertical y desarrollo de las ramas. No basta con introducir el cepellón de raíces en el suelo y dejarlo crecer a su aire por años. Además, la mayoría de las veces, las agresivas podas practicadas son la causa del debilitamiento general del árbol, la entrada de infecciones y podredumbre y, en consecuencia, la caída de ramas y tronco... Es responsabilidad del mismo Ayuntamiento que alegremente planta árboles, garantizar su crecimiento sano y vigoroso aportando los medios y la dedicación necesarios, y una correcta formación de los jardineros. Aunque, como tantos aspectos en la vida, basta con tener un mínimo de sensibilidad y atención hacia los amigos árboles para intuir y saber qué cortes pueden afectarle positiva o negativamente...



Efectos nefastos de una pésima poda practicada a una acacia. El Calero.


     Con frecuencia, cuando paseo a la sombra de los parques de Madrid, me entretengo en imaginar  cómo podría podarles de la mejor manera... Cada primavera, disfruto plenamente con las tijeras de podar practicando en mis árboles, arbustos y rosales y también en los de los amigos que confían en mi criterio autodidacta... A ver si para las próximas semanas, ¡le dedico una entrada a mis "pacientes hojados"! Para mí, podar, igual que tantas otras tareas del jardín, resulta una de las actividades más relajantes que conozco...



2 comentarios:

  1. Muy bonita entrada.
    Precisamente los plátanos de sombra no son adecuados para plantar en las calles de una ciudad, a no ser que sean muy anchos paseos y tan bien podados como en algunas ciudades del norte, haciendo túnel. Y es que crecen demasiado y luego les tienen que someter a unas podas que más bien son decapitaciones. Y luego vienen los hongos y los problemas. Además sus grandes hojas provocan resbalones cuando llueve en otoño. Hay árboles de porte más fino y con podas más sencillas.
    Los azulejos con los nombres de los niños hace tiempo que se borraron o desaparecieron con las nuevas obras.
    Saludos y a esperar esa nueva entrada sobre podas. ;-)

    ResponderEliminar
  2. 8-0 ¡Pero qué pasa en ese parque para que los árboles crezcan así!

    PD. De acuerdo con todos tus comentarios sobre el arbolado de Madrid

    ResponderEliminar